Ana Karina Santos. Para mostrar la importancia y evolución de la medición del peso, en el distrito de Diseño en el barrio Barracas, se encuentra el Museo de la Balanza.
Esta institución fundada por Bernardo Fernández alberga y exhibe al menos 1500 y constituye uno de los museos más curiosos de la ciudad de Buenos Aires, justo en el corazón del edificio Central Park.
El creador este museo inició la colección en los años 1990, luego de encontrar una balanza usada para pesar cereales en la casa de su bisabuelo en un pueblecito de España.
Fue así como decidió apropiarse de estos objetos y rescatarlos del olvido, así fue que comenzó la travesía por el descubrimiento de estas piezas que sin duda alguna tienen una gran importancia.
Destaca que día tras día el coleccionista se zambulló en la búsqueda y dado que su trabajo le permitía viajar por el mundo, se le facilitó el hallazgo de estas piezas.
Y fue así como su colección personal se convirtió en un museo privado y sin fines de lucro. Hoy más que nunca este museo cobra importancia, ya que las nuevas tecnologías han robado el espacio a las balanzas tradicionales, las cuales poco a poco comienzan a desaparecer.
La colección se convirtió así en un museo, privado y sin fines de lucro. El afán conservacionista del empresario fue motivado por la preocupación de que las nuevas tecnologías fuesen relegando y acaso haciendo desaparecer a las balanzas tradicionales.
Entre sus apreciaciones sobre la balanza asumió una posición filosófica expresando, “Toda decisión está mediada por un equilibrio o falta de él y que esto es medido por una balanza”.
El museo es dirigido actualmente por Gustavo Fernández, hijo de Bernardo y actual director del museo ubicado en California 2000 en una fachada diseñada por el escultor-muralista Pérez Celis, el primer artista que tuvo su taller en dicho edificio.
Visitarlo es adentrarse en el pasado al revivir la historia de objetos emblemáticos que provienen de distintas latitudes y que pueden apreciarse también en la Noche de los Museos.